martes, 19 de enero de 2016

Coral solitario cementado sobre la placa de un equínido


Vista general del coral y su entorno

 
Diminuto coral solitario, de muralla gruesa, con un cáliz cóncavo que ronda los dos milímetros de diámetro. Posee seis septos principales bien marcados. La pared externa tiene costillas longitudinales; también hay dos huecos con morfología entre circular y poligonal, que inducen a pensar en coralitos. La base del coral es bastante más ancha que el cáliz. Una placa de equínido (erizo de mar) sirvió de base para la fijación de la larva del coral.
Eoceno de Sobrarbe, Luteciense.

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