domingo, 18 de diciembre de 2016

Terebratulina tenuistriata, braquiópodo del Eoceno


Braquiópodos vistos desde la valva dorsal o braquial

Valvas ventrales o pedunculares
En las dos imágenes de arriba se observan distintos ejemplares del género Terebratulina, posiblemente Terebratulina tenuistriata.
El tamaño y contorno de la concha varía mucho de unos ejemplares a otros. Son inequivalvos y equilaterales. Contorno generalmente de subcircular a subpentagonal, aunque también puede ser oval alargado.
La valva braquial es ligeramente convexa, plana en algún individuo. La valva ventral es siempre convexa. La superficie de las valvas está cubierta con numerosas y finas costillas tuberculadas que se van bifurcando hacia la zona anterior, generándose unas costillas secundarias.
Presencia de estrías de crecimiento, generalmente finas, aunque también las puede haber muy marcadas, siendo estas últimas bastante escasas, indicando periodos de menor crecimiento, probablemente motivado por la escasez de alimento. Comisura anterior uniplegada en ejemplares adultos, rectimarginada en los más jóvenes. Foramen redondeado a elíptico.
Vivieron en el Eoceno, en un ambiente marino algo profundo, en un fondo blando. Suroeste de Sobrarbe.

domingo, 4 de diciembre de 2016

Los NUMMULITES o DINERETES


Nummulites deshayesi en la zona de Santa María de Buil, en El Sarrastaño

 
En determinadas zonas de Sobrarbe abundan mucho unos fósiles lenticulares que nos hablan de organismos unicelulares pertenecientes al orden de los foraminíferos, los cuales vivieron en el Eoceno, cuando aquí aún había mar, hace más de 40 millones de años. Los Nummulites deben su nombre a su morfología similar a las monedas (nummus=moneda, lithos=piedra), por lo que su significado es “moneda de piedra”. En Aragón reciben el nombre popular de dineretes, siendo especialmente conocidos los “Dineretes de Sevil”. Estos fósiles nos aportan mucha información científica. En Sobrarbe hay varias decenas de especies fósiles de Nummulites que son muy útiles para determinar la antigüedad de los estratos

Los Nummulites poseen un caparazón con múltiples forámenes al exterior, por donde salían finos pseudópodos que fueron usados en la captación de nutrientes, locomoción y fabricación de la concha. El caparazón o concha (es lo que fosiliza) posee una compleja estructura calcítica a base de cámaras comunicadas que crecen en espiral, generando formas discoidales. Caparazón o esqueleto intraectoplasmático, con cámaras interconectadas por poros, llamados forámenes, de ahí que se les llame foraminíferos. Al poseer dos fases en su ciclo reproductivo, resulta que hay dos tamaños muy diferentes dentro de la misma especie, formas macrosféricas (asexual, tamaño pequeño) y microsféricas (sexual, tamaño grande).

Los Nummulites vivieron en aguas cálidas, entre 25 y 28ºC, en todo caso a más de 20ºC. A más temperatura, mayor abundancia. Eran marinos, habitando en aguas saladas; no les gustaba los cambios en la salinidad del agua, tampoco las aguas salobres. Mejor para ellos el ambiente de prodelta que las costas. Abundaron en las aguas marinas poco profundas, máximo 60-80 metros de profundidad. Los Nummulites grandes vivieron en zonas muy poco profundas, siendo especialmente frecuentes en zonas pobres en nutrientes orgánicos, colonizando amplias áreas, sin apenas competencia. Les gustaba las aguas sin turbulencias, tranquilas, con mínima acción de las corrientes de fondo. Colonizaron las plataformas someras y mares epicontinentales, con poco aporte fluvial y escasez de oxígeno. En los momentos transgresivos, cuando el mar ocupo más terreno, los Nummulites vivieron mejor y fueron más abundantes. Se ha comprobado que los Nummulites de concha globosa prefirieron los ambientes someros, mientras que las formas planas proliferaron en aguas más profundas y fangosas.

Vivieron en equilibrio hidrostático, a veces en ligero contacto con el fondo marino. Se ha observado que algunos ejemplares perdieron el equilibrio hidrostático, lo que provocó que estuvieran en el fondo marino, creciendo de forma irregular, generándose ejemplares asimétricos, a veces con crecimiento irregular y sinuoso, especialmente en individuos de tamaño muy grande.

Se cree que la clave para la gran proliferación de los Nummulites está en su simbiosis con las algas. En su sistema metabólico era fundamental la colaboración simbiótica con algas. En dicha relación el alga simbionte facilitaba la eliminación de CO2, incrementando la tasa de calcificación del esqueleto del foraminífero y aportando energía suplementaria, es decir, nutrientes elaborados en la fotosíntesis y utilizables por el foraminífero. El foraminífero favoreció el desarrollo de los simbiontes, “cultivándolos” como partículas alimenticias para su sustento. La fotosíntesis de las algas requiere aguas poco profundas.

En definitiva, los Nummulites fueron unos organismos unicelulares mucho más complejos de lo que a primera vista pudiera parecer.


Ejemplar de Nummulites visto en sección ecuatorial, observándose las múltiples cámaras que componen su concha. Individuo encontrado en las proximidades de la localidad de Fiscal