miércoles, 29 de abril de 2009

Candaniando por Sobrarbe (26-4-2009, tercera parte)










Esta es la tercera y última entrega referente a la excursión del pasado 26 de abril. Hoy pongo cuatro fotografías. En la primera se ve el molde interno de un gasterópodo parcialmente conservado. En la segunda se aprecia una Turritella que es un molusco gasterópodo. En la tercera foto el protagonista es un icnofósil, afín a Teredolites. Por último, en la tercera foto aparece una pinza de crustáceo decápodo.


martes, 28 de abril de 2009

Candaniando por Sobrarbe (26-4-2009, segunda parte)













En esta segunda entrega se ven varios moluscos bivalvos. En las dos primeras fotos se observan externamente sendas valvas de pectínidos. En la tercera fotografía se aprecia el interior de la valva de otro pectínido. Las fotos cuarta y quinta son de ostréidos distintos.

El otro día se me olvidó comentar el significado de candaniando. Candaniar es un verbo aragonés de escasa utilización. Alguna vez sí que lo he escuchado en conversaciones familiares. Candaniar es ir de un lado para otro, sin rumbo fijo y sin remuneración. También utilicé otras dos palabras aragonesas: lenera y terrero. La primera palabra hace referencia a afloramientos de roca dura. En el segundo caso se trata de afloramientos de rocas blandas, margas y arcillas, que generan acarcavamientos.



domingo, 26 de abril de 2009

Candaniando por Sobrarbe (26-4-2009, primera parte)

Hoy abro una nueva sección. Se trata de reflejar los fósiles que hay en Sobrarbe, fotografiados in situ. Que yo sepa, esta actividad, la de fotografiar la naturaleza, no está prohibida.

Según la Ley de Patrimonio Cultural de Aragón, está prohibida la recolección de fósiles en el campo. Desde pequeño realicé esta actividad, pero ya hace años que dejé de hacerlo de forma sistemática. Ahora me dedico a fotografiarlos y dejarlos tal y como los encuentro. Por desgracia, el tiempo los irá deteriorando y al final desaparecerán. En este mundo todo tiene su fecha de caducidad, todo se acaba.

La excursión de hoy ha durado poco, menos de dos horas. No doy detalles de la zona recorrida por razones evidentes. No obstante, sí puedo decir que he andado por leneras y terreros del Eoceno, por el Delta de Sobrarbe, facies costeras. Los Nummulites son, con diferencia, los fósiles más abundantes. He realizado una veintena de fotografías que a lo largo de los próximos días se podrán ver en este blog. Hoy quedan reflejados los distintos tipos de erizos de mar o equínidos que he visto: Rhabdocidaris, Ditremaster, Eupatagus y Macropneustes. En la última foto aparece un fragmento de espina de erizo.







jueves, 23 de abril de 2009

El bifaz de Sarrato Lo Moro



Un bifaz es una herramienta típica del Paleolítico inferior, con una antigüedad que supera los 100.000 años. Se trata de un útil lítico grande, tallado toscamente por ambas caras; para su fabricación fue necesario dar golpes precisos con otras piedras. Su uso era muy variado: partir huesos, cortar pieles etc.

En el monte de Lamata, dentro de la cuenca del Susía, hallé en un campo de cultivo un hacha bifaz realizado en cuarcita.

El campo en cuestión se denomina en la actualidad San Pedro, porque allí hay una cruz dedicada a este Santo. También recibía el nombre de Tozal del Mesón puesto que es un terreno elevado emplazado al sur del Mesón de Romeo o de Lamata, deshabitado en la segunda mitad del siglo XIX, en la actualidad en ruinas.

En el libro de las centenas de Escanilla y Lamata, del s.XVI, conservado en una casa de Escanilla, aparecen todos los campos de los dos pueblos, con su valor económico y linderos. En él hay un topónimo curioso: Sarrato lo Moro. La descripción de las tierras, realizada en dicho libro sigue habitualmente un orden geográfico y Sarrato lo Moro es mencionado entre Vizcortué y Los Paulones (ambos existentes en nuestros días). El actual San Pedro se encuentra al lado de estos dos puntos. Además, en otra parte del libro dice: .... Sarrato Lo Moro que baja a Vizcortué, lo que confirma que Sarrato lo Moro sería un punto elevado cerca de Vizcortué, algo que encaja con el actual San Pedro.

La finca de San Pedro es, desde un punto de vista geográfico, una terraza muy antigua del Susía, una elevación alargada, a modo de loma, y encaja a la perfección con lo que se entiende por un Sarrato. Es un lugar de gran amplitud visual. Es probable que aquí se hicieran rituales paganos y hubiera algún monumento funerario; de ahí que se construyera una cruz cuya finalidad era cristianizar este punto. Moro alude a una construcción hace siglos desaparecida. En el pasado, todo lo que les parecía muy antiguo lo achacaban a los moros.

El hacha bifaz de Sarrato Lo Moro supone la evidencia más antigua hasta ahora conocida de la presencia de humanos en Sobrarbe.

domingo, 19 de abril de 2009

El fémur de Abizanda



En el año 1998 hallé en el monte de Abizanda varios fragmentos de roca que por su color no cabía duda que eran restos de un hueso fósil. Estaban en un campo de cultivo, al pie de una talud. Por fortuna los restos tan apenas se habían deteriorado a pesar de estar en una parcela recién arada.

Parte del hueso estaba todavía in situ, al lado del campo. Una vez lavados y ordenados los fragmentos resultó un fósil muy bien conservado y prácticamente completo. Se trata de un gran fémur que ronda los 60 centímetros de longitud. Es una pieza única, muy especial y diferente a lo que usualmente se puede encontrar en Sobrarbe. Posee la singularidad de tener incrustado un pequeño diente de reptil. Cerca de esta pieza había fragmentos de placas de tortuga, un trozo de costilla de reducido tamaño y grandes molares de mamífero parcialmente conservados.

Esta pieza todavía está pendiente de identificar.

domingo, 5 de abril de 2009

Finaliza la excavación arqueológica






Antes de comentar la excavación en “Los Yermos del Cementerio”, para que se entienda mejor lo que voy a decir, creo conveniente comentar un poco diversos aspectos de los círculos de piedras.

Los círculos de piedras o crómlech son monumentos megalíticos formados por piedras de gran tamaño clavadas en el suelo, dispuestas verticalmente. En su conjunto, todas las piedras, conforman un círculo.

En Europa existen muchos círculos de piedras. Su antigüedad se remonta a la prehistoria reciente, es decir, a la Edad del Bronce y Primera Edad de Hierro, si bien también hay algunos del Nelolítico.


Las dimensiones de los círculos de piedras son variables. En Francia hay círculos con diámetros superiores a 100 metros, aunque esto no es lo habitual. Los crómlech pirenaicos son muy abundantes, sobre todo en el sector central y occidental de la cadena. La diferencia con el resto de Europa estriba principalmente en su tamaño, habitualmente de pocos metros de diámetro, y las piedras suelen ser de menores dimensiones. Lo normal es que estos círculos estén agrupados, en número variable y emplazados en lugares estratégicos.


En líneas generales, los crómlech pirenaicos son más modernos que los del resto de Europa, de la I Edad del Hierro (primer milenio antes de Cristo), asociados a culturas de influencia céltica. En algunas excavaciones se ha visto que tenían una función funeraria, a modo de sepulturas colectivas. Los cadáveres eran previamente incinerados en otro sitio y sus cenizas eran depositadas en vasijas de cerámica o bien se colocaban rodeadas de pequeñas losas, formando una cista.


Se han excavado algunos de estos círculos en el Pirineo oscense, siendo los hallazgos muy escasos: pequeñas láminas de sílex y fragmentos de carbón.


En el Pirineo occidental y vertiente pirenaica francesa se han excavado algunos de estos círculos; de ellos se deduce que son tumbas de incineración de la I Edad e Hierro o finales de la del Bronce.


EL YACIMIENTO “YERMOS DEL CEMENTERIO”

La actuación ha consistido, primeramente, en limpiar superficialmente tres círculos de piedras, dos de ellos muy bien definidos, de poco más de seis metros de diámetro. Las piedras que conforman los círculos son grandes, la mayor tiene un metro de longitud. Un tercer círculo, más pequeño que los anteriores, con cerca de cinco metros de diámetro, se halla peor conservado; ello quizá sea debido a que las piedras son bastante más pequeñas.


En algunos casos, las piedras hincadas en la tierra estaban ocultas cerca de medio metro bajo tierra. Hay que tener en cuenta que los círculos se encuentran en una ladera de ligera pendiente, orientada hacia levante. En el transcurso de los siglos, la natural dinámica de la ladera ha provocado la acumulación de tierra encima de los círculos de piedra. Además, la construcción de la carretera A-138 supuso echar tierra junto a los círculos, lo que incrementó la acumulación de tierra.


En el círculo 1 (ver tres primeras fotos) se ha realizado una excavación central de 6 metros cuadrados. Llama la atención la presencia de dos piedras, una de ellas medio hincada, cuyo eje principal tiene una orientación norte-sur. Además las dos muestran claros síntomas de haber estado sometidas al fuego. Junto a ellas se han encontrado abundantes y pequeños restos de carbón de los que se ha tomado una muestra para analizar. Además han aparecido pequeñas esquirlas de hueso. Posiblemente se pueda datar este círculo, algo importante.


El círculo 2 (ver fotos cuarta y quinta) también ha aportado material, más que el anterior. Es un círculo bien conservado. Se ha excavado cuatro metros cuadrados en la zona central. Se han recogido pequeños fragmentos óseos y algún pequeño trozo de cerámica, todo con síntomas de haber sido quemado. Entre los huesos destaca la presencia de dos dientes humanos.


El círculo 3, el pequeño, sólo se ha hecho limpiarlo parcialmente en superficie puesto que no había tiempo para más.


Estos círculos son de elevado interés puesto que tienen una serie de características que los hace diferentes a otros. Primeramente, están ubicados a baja altitud, a menos de 600 metros, alejados de los del Pirineo, en otro ámbito aunque posiblemente ligados a la misma cultura.


Las dos piedras quemadas halladas en uno de los círculos hace pensar en la existencia de fuego dentro del círculo. Estos círculos equivaldrían a los cementerios actuales. No es casualidad el topónimo de este sitio: “Yermos del Cementerio”.


Aunque el material que se ha encontrado es escaso, pobre, tiene su importancia científica. Nos permite asegurar que estos círculos cumplieron las funciones de un cementerio. Las futuras dataciones de las muestras recogidas posibilitarán saber su antigüedad.


Finalmente, como vocal del CES, doy las gracias a todas las personas que han hecho posible que se llevara a cabo esta excavación arqueológica. Su trabajo contribuye a conocer el pasado de Sobrarbe.

jueves, 2 de abril de 2009

Excavación arqueológica



Hoy, a instancia del Centro de Estudios de Sobrarbe, con la colaboración económica de la Comarca y bajo la dirección del arqueólogo Javier Rey, ha comenzado la excavación arqueológica en los “Yermos del Cementerio”, yacimiento situado en el antiguo término municipal de Mediano, en la actualidad en el de La Fueva. Se halla al sur de Camporrotuno, junto a la carretera A-138.

El yacimiento consiste en varios círculos de piedras, tan apenas visibles por haber mucha vegetación. El pasado 23 de marzo se procedió a cortar los pinos que molestaban; el encargado de cortarlos fue José Antonio Talón y recibió la ayuda de Javier Rey.

Hoy se ha limpiado la maleza en dos círculos (ver fotos). Se espera que la campaña de excavaciones dure hasta el domingo.